Hace ya un siglo que no hago tartas de fondant, la verdad es que son muy laboriosas, dan mucho trabajo y encima, la gente no suele comerse el fondant, yo la primera. Pero hay cosas que como quedan con fondant, no quedan con cremas... Y como era una ocasión muy especial, la confirmación de Claudia, y yo soy soy madrina, decidí hacerle una tarta tan bonita como ella. Y éste fue el resultado. La verdad es que me encantó y creo que a ella también, que era el objetivo.
El bizcocho es el de colacao, pero hice receta y media, usé el molde para muñeca de Wilton, pero podéis hacer 2 bizcochos y tallarlos hasta tener la forma adecuada. El relleno es una crema de Kinder Bueno que está de muerte. Estaba calado con un almíbar de ron. Va cubierto de fondant rosa y los volantes blancos. Yo os recomiendo que midáis desde la base por delante hasta la base por atrás, pasando por la parte más alta, y ese será el diámetro de la circunferencia de fondant. Yo dejo unos 2 ó 3 deditos más. Luego corto una cuña como si fuera un trozo de pizza y lo pego en la tarta. Sobre ese triángulo, pongo los volantes pegándolos con un pincel humedecido. Finalmente, ponemos el resto de circunferencia guardado tapando los filos de los volantes. Con una tijera, podemos recortar según nos convenga para que quede perfecto. La muñeca viene desnuda, así que hay que ponerle el vestido con fondant, luego la pinchamos arriba y finalmente decoramos el vestido al gusto.
Espero que os haya gustado esta tarta. ¡Buen provecho!
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