Hoy ha tocado gorgonzola. He comprado una cuña para la receta del crujiente de acelgas y como me ha sobrado, he inventado algunas recetas más, así que os lo advierto, ésta no será la última con este tipo de queso tan intenso como delicioso. Su sabor es espectacular, me ha parecido una receta especialmente rica y no podía dejar de compartirla con vosotros.
Ingredientes:
100gr de gorgonzola.
Nata para cocinar.
1 paquete de pasta filo.
Mantequilla para pintar la pasta filo.
1 pera.
1 puñadito de nueces.
1 puñadito de pasas.
Cebolla caramelizada (yo he caramelizado una medianita).
Preparación:
Primero ponemos una sartén con el gorgonzola y un chorreón de nata hasta que se derrita. Añadimos la cebolla caramelizada, las nueces, las pasas y la pera pelada y troceada a taquitos. Movemos un poco y apartamos del fuego. Después, cogemos una hoja de pasta filo y la pintamos con mantequilla. La doblamos sobre sí misma y volvemos a pintar. Ponemos en el centro una cucharada de la mezcla de gorgonzola con nueces, pasas, cebolla y peras y vamos doblando con cuidado porque estará un poco líquido, hasta formar un paquetito como si fuera un regalo. Cada vez que hagáis un doblez, no olvidéis volver a pintar la pasta filo con la mantequilla derretida. Y por último, horneamos a 180º unos 12 ó 15 minutos. Servimos acompañado de un chorreón de vinagre de módena en crema y unas hojas de lechuga rizada. ¡Buen provecho!
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