Esta es una receta totalmente inventada. Como tenía acelgas y ya sabéis que no soy fans de ellas, pues pensé en hacer algo que suavizara su sabor. Así he elegido esta combinación de la verdura con el punto fuerte del queso y las peras para dulcificar. A nosotros nos han encantado, así que como siempre, os recomiendo que las probéis. Aquí tenéis la receta. Me han salido 6 crujientes.
Ingredientes:
1 paquete de pasta filo.
6 hojas de acelgas.
Nata para cocinar.
50gr de queso gorgonzola.
1 pera pequeña que esté madura.
Un puñadito de nueces.
Mantequilla derretida para pintar las hojas de pasta filo.
1 lechuga rizada para el lecho.
Crema de vinagre de módena.
aceite y sal.
Preparación:
Ponemos las acelgas troceadas a hervir hasta que estén cocidas. Escurrimos y reservamos. En una sartén, ponemos el queso con un chorreón de nata y dejamos que se derrita por completo. Una vez que el queso está derretido, le añadimos las acelgas, las nueces troceadas y la pera pelada y troceada a taquitos. Cogemos una lámina de pasta filo y la pintamos con mantequilla, la doblamos sobre sí misma y volvemos a pintar con mantequilla; ponemos una cucharada grande de la crema de acelgas encima, aproximadamente en el centro. Ahora vamos a doblar la pasta filo como si fuera un paquetito de regalo. No olvidéis pintarla con mantequilla cada vez que deis un doblez para que se pegue bien. Finalmente, se ponen los crujientes en el horno precalentado a 180º hasta que estén doraditos, unos 12 ó 15 minutos. Para emplatarlos, ponemos una espiral de crema de vinagre de módena en el plato y encima la lechuga aliñada sólo con aceite y sal. Sobre la lechuga ponemos el crujiente. ¡Buen provecho!
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