La verdad es que la pasta está muy buena, y se puede combinar con muchas cosas y con todas será un acierto. Así que he aprovechado que puse a cocer las placas para hacer dos tipos de lasañas. La primera fue la de pavo y hoy os traigo una de gambas y champiñones. Yo ya tengo puesto el delantal ¿Y vosotros? ¡Manos a la obra!
Ingredientes para 2:
16 placas de lasaña.
1 bolsita de gambas peladas congeladas (podéis usar las que queráis).
4 champiñones grandes (yo los he puesto naturales, pero si preferís en lata, una lata entera escurrida).
1/4 de cebolla.
Aceite.
Sal.
Pimienta.
Curry.
Vino blanco.
Bechamel ( casera o envasada, lo dejo a vuestra elección).
Queso rallado.
Orégano.
Preparación:
- Cocemos las placas de lasaña según las instrucciones del paquete. Escurrimos y reservamos.
- En una sartén echamos un chorreón de aceite y pochamos la cebolla troceada. Yo siempre le pongo un poco de sal para que sude.
- Añadimos los champiñones troceados y dejamos un poco para que se hagan.
- Añadimos las gambas y salpimentamos al gusto.
- Cuando las gambas hayan perdido el color de crudo, echamos el vino, un chorreón y otro chorreón de agua. Dejamos que se haga.
- Cuando se haya evaporado un poco el líquido, añadimos un poco de curry, al gusto y dejamos hasta que se termine de evaporar para que tome el sabor.
- Precalentamos el horno a 200º.
- En dos recipientes aptos para horno, ponemos 4 placas en el fondo de cada uno. Repartimos la mezcla de champiñones y gambas entre los dos. Añadimos un poco de bechamel para que esté más jugoso, y tapamos con las otras 4 placas restantes.
- Vertemos bechamel por encima tapando la pasta y espolvoreamos con queso rallado y un poco de orégano.
- Horneamos hasta que esté doradita.
¿Tenéis un vinito blanco en la nevera? Pues no dudéis en sacarlo porque es el remate para este fantástico plato que seguro que os encantará. ¡Buen provecho!
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