sábado, 15 de febrero de 2014

¡Feliz San Valentín!


Esta entrada se la quiero dedicar a todos aquellos que siempre dicen que no celebran San Valentín porque no quieren, que el amor se demuestra todos los días del año, que si es un invento comercial... y todo eso que repiten una y otra vez... Pues la verdad y en mi opinión, San Valentín es un día para celebrar el amor, cualquier clase de amor, y no es para hacer regalos como si fuera tu cumpleaños, pero sí para hacer algo especial y acordarte especialmente de todos aquellos que quieres. Igual que tu madre es tu madre los 365 días del año y la felicitas el primer domingo de Mayo, o tu padre el 19 de Marzo (a mi me viene genial porque el mío es Pepe y mato dos pájaros de un mismo tiro). En fin, que creo que en el fondo, a nadie le amarga un dulce, y que te preparen una sorpresa es agradable en cualquier momento ¿Por qué no en San Valentín? Por eso yo me hice con una botellita de vino de Ronda y una piruleta de corazón decorada con glasa y cogí el portante para sorprender a mi niño, que más que una sorpresa se llevó un susto... jejeje. Y esta mañana, compartí estas piruletas con mis compis que caminan conmigo día a día en los momentos buenos y en los no tan buenos. Y la piruleta más bonita de todas fue para un niño que me tiene loca desde que nació y que por mucho que quieran, no conseguirán separarnos, porque el amor verdadero es para siempre ¡Te quiero, Raulillo!

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