Ayer fue el último día que disfrutamos de Verónica, un encanto de niña y una excelente profesional que hemos tenido la suerte de tener este año en el cole. Así que fuimos después de trabajar a tomarnos una cerveza con ella para despedirla como ella se merece. Y por supuesto, no podía faltar su tarta. La base es un bizcocho de leche condensada, el relleno, nata montada con fresas naturales, y está cubierta de nata y los adornos en fondant. Espero que a ella le gustara y a vosotros también. ¡Buena suerte, Vero! Te echaremos de menos...
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