Ingredientes:
8 rebanadas de pan de molde (las corto en dos triángulos y los pongo dobles, me salen 8 torrijas).
1 natilla de vainilla.
Leche (un vaso y medio aproximadamente).
1 huevo.
Canela.
1 cáscara de limón.
Azúcar.
Preparación:
Ponemos un poco de natilla en el centro de una de las mitades del pan y lo tapamos con la otra mitad. Así con todos los triángulos que tengamos hasta que se acabe la natilla. Calentamos la leche con la cáscara de limón y dejamos templar. Luego, retiramos el limón y echamos un poco de leche en un plato hondo añadiendo canela. Pasamos el pan por la leche y luego por huevo batido (debe estar muy bien batido para que queden esponjosas). Freímos la torrija en aceite caliente y luego la ponemos a escurrir en papel de cocina. Por último, pasamos por un plato con azúcar y canela mezcladas. ¡Así de fácil! Yo os recomiendo que no hagáis muchas porque crean adicción y una vez que las pruebes, no podrás parar hasta comértelas todas, jeje.
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